Una mirada, un pensamiento pecaminoso, seguido de
un roce; una simple caricia entre dos manos solitarias en un mundo lleno de
gente, ajena a lo que pasa por nuestras mentes.
Te desnudo con la mirada, por miedo a hacerlo con
mis propias manos, por si mi deseo te asusta, aunque se que lo ansías tanto
como yo.
Pasas a la acción, crees que no soy capaz... Te
sorprendes al ver que cierras los ojos y segundos después, de tu ropa solo
queda el calor que dejó en tu cuerpo y que sube tu temperatura de forma
impetuosa al notar las diez yemas de mis dedos acariciándote hasta donde no
alcanza ni la lógica ni la razón del más cuerdo.
Te subestimé, porque no te costó mucho más dejarme
tan desnuda que se reflejaban hasta mis pensamientos, los cuales entendiste a
la perfección... Dejaste que tu deseo fuera tu guía en esta aventura y no te
equivocaste, porque al adentrarte en mi húmedo mar de pasión me llevaste al
cielo y te empeñaste en no dejarme bajar... Hasta que no viste que me alcanzaba
la “Pettitte morte” no cesaste tus caricias... Ummm eres persistente, me gusta.
Pensé que debía darte tu merecido, que si tú no me
dejabas bajar del cielo, te tenía que llevar allí conmigo.
Mi boca se moría por degustar tu cuerpo, por
saborear tu sexo, y lo hice, te susurré al oído cuanto ansiaba tener mi boca
entre tus piernas y te hice estremecer; y eso que solo lo estabas imaginando...
siento decirte que la realidad supera a la imaginación y... lo comprobaste.
Me adentré en tus profundos mares y tus gritos los
escuchó hasta el más sordo. Decidí no parar hasta que lo consiguiera, al fin
estabas en el cielo, estabas conmigo en una conexión casi mística, esas
sensaciones tan intensas que solo provocan dos cuerpos incandescentes, ardiendo
de deseo.
Qué bonito sueño, lástima soñar cosas imposibles,
pero en fin, los sueños llegan dónde la lógica no alcanza, donde nuestro subconsciente
da rienda suelta y nuestros sentimientos mas escondidos se dan a conocer. Sin
duda, dormiría eternamente solo para soñar que estamos juntas y que nada ni
nadie importa, que todo es efímero, menos tú y yo.
*Dara*